El aprendizaje en línea en la encrucijada: automatización o empoderamiento (Tony Bates)

Artículo de Tony Bates en su blog, en el que analiza la disyuntiva que se plantea al aprendizaje en línea en los próximos tiempos.

La pregunta clave que afrontamos es si el aprendizaje en línea debe proponerse como objetivo sustituir a los profesores e instructores por medio de la automatización, o si la tecnología se debe utilizar para empoderar no solo a los maestros sino también los estudiantes. Por supuesto, la respuesta siempre será una mezcla de ambas cosas, pero conseguir el equilibrio adecuado es una cuestión crítica.

Ambas vías fueron anticipadas ya en los años sesenta. B.F. Skinner defendió la idea de que las máquinas reemplazarían a los docentes, mientras que Seymour Papert prefería que los ordenadores sirviesen para aumentar las capacidades de los aprendices. Más tarde, el desarrollo de Internet potenció las posibilidades de comunicación entre profesores y alumnos, mientras el alcance de la inteligencia artificial en este campo parecía todavía muy limitado. Solamente la llegada de los xMOOC de universidades de élite (Coursera, Udacity, edX) aumentaría el interés por los datos masivos, el learning analytics y la automatización del aprendizaje (única vía para hacer funcionar este tipo de cursos). El carácter comercial de dicho interés resulta obvio cuando se hace notar que en un sólo año (2015) se registraron acuerdos y adquisiciones entre compañías de tecnología educativa, en los Estados Unidos de América y China, por un valor total de unos mil a dos mil millones de dólares. En este sentido, la irrupción de "los Gates, Hewletts y Zuckerbergs" no es un asunto banal. "En vez de pagar unos impuestos que podrían utilizarse para apoyar la educación pública, estas fundaciones inmensamente ricas permiten a unos pocos empresarios decidir cómo se utilizará la informática en la educación".

Si la tecnología está transformando todos los ámbitos profesionales y de negocio, se pregunta Bates, ¿por qué no la educación? El problema es que los cambios que sirven para rebajar costes (la automatización de procesos), no tienen por qué mejorar en absoluto el aprendizaje, particularmente el tipo de aprendizajes que parecen necesarios en la sociedad informacional: habilidades intelectuales de alto nivel como la capacidad de pensamiento crítico e innovación, la emprendeduría, la resolución de problemas, la comunicación multimedia y, por encima de todo, la gestión efectiva del conocimiento.

Bates argumenta que los expertos en informática ignoran sistemáticamente la investigación sobre el aprendizaje humano y que, en consecuencia, adoptan e imponen modelos caducos basados en el conductismo y en una epistemología objetivista. El peligro de la automatización sería llevarnos a aprender de la única manera que puede ser dirigida por máquinas. Y, además, según algoritmos no transparentes basados en estadísticas de casos previos —que no dicen nada sobre el caso individual— y en decisiones tomadas por especialistas en informática, no en educación.

Antes, yo solía pensar en los informáticos como colegas y amigos en lo que respecta a diseñar e impartir aprendizaje en línea. Ahora los estoy viendo cada vez más, al menos a algunos de ellos, como el enemigo. Esto tiene que ver sobre todo con la arrogancia de Silicon Valley, que cree que los informáticos pueden resolver cualquier problema sin saber nada acerca del problema en sí.

Bates aboga por un enfoque constructivista de los procesos de aprendizaje, por la redefinición de los roles docentes y en cualquier caso por la importancia fundamental de las nuevas tecnologías. "Sin duda, el papel de los profesores e instructores tendrá que cambiar radicalmente, la formación del profesorado y la carrera profesional serán clave para el éxito, y necesitamos utilizar la tecnología con el fin de capacitar a los estudiantes para asumir más responsabilidad en su propio aprendizaje, pero es una ilusión peligrosa creer que la automatización es la solución para el aprendizaje en el siglo XXI”.

Finalmente, Bates hace siete propuestas concretas muy interesantes, dirigidas a educadores, especialistas en informática y en tecnología educativa, responsables de políticas públicas y otros actores. Recomendamos leerlas y considerarlas muy atentamente.